Belerofonte
La mitología griega cuenta entre sus personajes, además de dioses, ninfas y seres monstruosos, con numerosos héroes como Belerofonte. Los héroes en la mitología griega juegan un papel fundamental. Nacidos, generalmente, de la unión entre un dios y un mortal representan la exaltación de la valentía, del arrojo y las hazañas personales. Pero entre todas sus virtudes, estos personajes míticos poseen su lado oscuro.
El exilio de Belerofonte
Belerofonte era hijo del rey de Corintios, Glauco, aunque algunos relatos señalan que fue el producto de la unión entre Poseidón y Eurínome que era hija del rey Niso, quien fue tomada por Sísifo como esposa para su hijo Glauco.
En cierta ocasión, Belerofonte mató en forma accidental a su hermano. Este hecho provocó que Belerofonte cayera en desgracia y fuera obligado a abandonar Corintio. Cargado con su pena y dolor se dirigió a Tirinto, donde Preto, su rey, lo acogió para que el joven exiliado se purificara y pagara por sus actos.
Belerofonte disfrutaba de la hospitalidad ofrecida por Preto y por todo el pueblo de Tirinto. Todo transcurría con absoluta normalidad y la estancia de Belerofonte en Tirinto se hacía cada vez más agradable. Sin embargo, un hecho va a transformar la tranquilidad de todos y los buenos momentos se iban a transformar en amargura. Estenebea, esposa de Preto se enamora de Belerofonte y comenzó a acosarlo en muestra de su pasión por el desterrado de Corintio. La situación se volvió cada vez más incómoda para Belerofonte que, temeroso de perder los favores de Preto, rechazaba una y otra vez a la esposa del Rey. El rechazo no estaba en los planes de Estenebea, quien a manera de venganza se dirigió a Preto y le dijo que Belerofonte intentaba seducirla.
El rey de Tirinto pensó en asesinar a Belerofonte, pero temeroso de traicionar las normas de la hospitalidad, urdió otro plan. Preto redactó una carta para el Yóbates, rey de Licia y padre de Estenebea. En dicha carta ponía al rey al tanto de lo sucedido y pedía que matara a Belerofonte.
Partida a Licia
Desconociendo el tenor de la carta, Belerofonte toma rumbo hacia Licia, donde es recibido con honores por Yóbates que organiza grandes festejos para agasajar a quien traía noticias desde la tierra donde vivía su hija.
Durante el transcurso de los festejos, el rey de Licia lee la carta de Preto y se encuentra ante el dilema que él tampoco podía mandar a matar a Belerofonte, ya que las leyes de la hospitalidad impiden asesinar a un extranjero con quien se ha compartido la mesa.
Fue así que Yóbates le pidió a Belerofonte la temible misión de matar a la Quimera, un monstruo que asolaba a la región. El rey estaba seguro que el joven sería incapaz de cumplir la proeza y así él daría por cumplido el encargo de Preto.
Belerofonte logra domar a Pegaso
Hallar a la Quimera no era una tarea sencilla, pero los dioses decidieron que era tiempo de ayudar a Belerofonte, quien estaba sufriendo las desventuras de las mentiras de Estenebea. Para ello le hicieron saber que podía encontrar al monstruo con la ayuda de Pegaso, un caballo alado de gran hermosura que en ocasiones era utilizado por el propio Zeus. Atenea le proporcionó a Belerofonte un juego de bridas de oro, con ellas el corcel volador se dejaría montar sin ningún problema.
Pegaso había brotado de la sangre de Medusa cuando Perseo cortó su cabeza y el joven Belerofonte debía hallarlo junto a la Fuente de Pirene. Cuando logró acercarse al caballo y colocarle la brida de oro, éste se dejó montar mansamente y juntos partieron al encuentro de la Quimera.
Belerofonte mata a la Quimera
La Quiera era un monstruo de 3 cabezas, una de león, una de un macho cabrío y la tercera cabeza estaba en su cola y era la de un dragón. Por las fauces de las 3 cabezas, la quimera, lanzaba grandes llamaradas de fuego.
Cuando Belerofonte, montado en Pegaso, llegan hasta donde estaba el monstruo descubren que estaban frente a una difícil misión. El hijo del rey de corintio estaba fuertemente armado, pero todo se hacía más complicado ya que las 3 cabezas de la Quimera hacían casi imposible tomarla por sorpresa.
Belerofonte y Pegaso comenzaron a volar alrededor de la Quimera y a lanzarle flechas que parecían no hacer mella en el monstruo, hasta que, en un momento, Belerofonte logra clavar su lanza en las fauces de una de las cabezas de la Quimera y las llamas que despedía el monstruo funden el plomo de la lanza y este quema todas las entrañas de la Quimera que cae derrotada.
El nacimiento del héroe
La hazaña de la muerte de la Quimera hace que sea recibido en Licia como un héroe por el pueblo. Contrariado, Yóbates le encarga a héroe nuevas y más peligrosas misiones con el objetivo de cumplir el pedido de Preto y que Belerofonte muera. Pero nuevamente éste sale airoso de cada uno de los desafíos impuesto.
Frente a esta realidad y pensando que el joven héroe era un protegido de los dioses, Yóbates le confiesa el tenor de la carta de Preto a Belerofonte y sabiendo la popularidad que había adquirido, le ofrece la mano de una de sus hijas para que la despose. Belerofonte tuvo tres hijos y a la muerte de Yóbates, se convirtió en rey de Licia.
En un ataque de orgullo y de vanidad, se dispuso a comprobar por sí mismo la existencia de los dioses, montó a Pegaso y comenzó a ascender a los cielos. Este hecho provocó la ira de Zeus, quien hizo que Pegaso comenzar a corcovear hasta tirar, desde el cielo, a su jinete. Belerofonte cayó desde las alturas y así murió de manera instantánea. Fue el fin del héroe y el nacimiento del mito.
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