Duende
¿Quién no ha escuchado hablar alguna vez de un duende? Infaltable personaje de cuentos y relatos fantásticos, los duendes son parte de los mitos y leyendas de la mayor parte de las tradiciones del mundo. Seres pequeños, de forma casi humana y de un comportamiento particular que va desde lo simpático hasta lo tenebroso. Se cree que su nombre proviene de la expresión “duen de casa” que no significa otra cosa que “dueño de casa”, debido a que estos personajes tienen por costumbre apoderarse de los hogares, encantarlos y causar toda una serie de problemas a sus habitantes.
Conociendo más al duende
El duende es una criatura mágica y fantástica. La mayoría de las tradiciones coinciden en describirlo como pequeños de altura, ninguno de ellos llega a medir más de un metro de altura. Sus largas y puntiagudas orejas sobresalen en su rostro y junto a su piel de color verdosa, lo convierten en un ser extraño aspecto físico.
Habitan en los bosques, son siempre muy protectores de la naturaleza, de la que se valen para vivir su vida fantástica. Son escurridizos y difíciles de ver salvo que ellos lo deseen. Poseen conocimiento de magia y poderes sobrenaturales y todos coinciden en señalar que cuentan con un espíritu bromista y, hasta malicioso. Este carácter bromista que poseen los duendes hace que sea siempre responsabilizado de los problemas o daños que ocurren en los hogares, sobre todo rurales.
Duendes en el hogar
Las creencias que abonan las supersticiones que los duendes afectan al hogar fueron forjándose en el antiguo Imperio Romano. Estos sostenían la existencia de algunos dioses menores que tenían como función proteger el hogar, estaban ligados a las familias que construían las casas. Los druidas, una suerte de hechiceros y magos de diversas civilizaciones, también sostenían la existencia de seres pequeños que habitaban los hogares. De esta manera, justificaban la existencia de ruidos en sótanos, alacenas y depósitos. Aunque, generalmente, estos eran provocados por existencia de numerosos roedores.
Se decía que era muy difícil clasificar a un duende, porque no era un hombre ya que podía volar como los espíritus, pero tampoco era un espíritu porque comía y bebía como un hombre. Así fue creciendo la leyenda de la existencia de estos seres pequeñitos que habitaban los bosques pero que eran capaces de apoderarse de los hogares y causar numerosas molestias a quienes allí vivían.
El duende y sus parientes
Para el célebre médico y alquimista Paracelso, quien escribió un grimorio, detallando diversos seres fantásticos, los duendes son seres interdimensionales y atemporales, emparentados de manera directa con gnomos y silfos.
Según el mismo Parcelso, los duendes son invisibles a los hombres, pero sí podían ser vistos por algunos animales y por los niños. También los describió como seres juguetones, tramposos y, si bien no eran inmortales, podían vivir hasta 500 años.
¿Cómo clasificar un duende?
Si analizamos detenidamente los distintos mitos que se han tejido alrededor de estos personajes, veremos que la forma de caracterizarlos varía según cada cultura. Para algunos, el duende es sólo un ser bromista, que se divierte ocasionando algunos pequeños problemas a los habitantes de una casa, pero que tiene un gran amor por la naturaleza y por el resto de los habitantes de los bosques. En cambio, para otras culturas el duende es un ser aterrador que tiene por objetivo expulsar, a través del miedo, a las familias de sus hogares.
Es por eso, que podemos ver al duende como protagonista de cuentos para niños, novelas de terror y hasta vinculados con celebraciones religiosas y nacionales como el Día de San Patricio, la fiesta más tradicional de Irlanda. Se dice que San Patricio comenzó a atraer hacia el cristianismo a numerosos pobladores de comunidades Celtas. Los druidas, temerosos de perder su reputación a manos de las creencias cristianas, convocaron a los duendes para que alejaran a los habitantes de la iglesia fundada por San Patricio. Así fue que los campesinos comenzaron a denuncia que cada vez que querían rezar, los duendes desenvolvían acciones mágicas en la iglesia, por eso San Patricio, invocando a dios, expulsó a los pequeños seres fantásticos y así los habitantes de Irlanda pudieron convertirse al cristianismo en paz.
Los duendes y la actualidad
Tanto las obras de J. R. R. Tolkien como las más recientes, de J. K. Rowling colocan a los duendes como parte importante de sus tramas. “El señor de los anillos”, “El Hobbit” y la saga completa de Harry Potter cuentan con la aparición permanente de estos seres fantásticos. Pero los ejemplos de la literatura universal son innumerables, lo que habla de importante papel que el duende ha ocupado en los mitos y leyendas más antiguos.
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