El centauro
Los centauros han sido una parte esencial de las tradiciones y de la mitología griega. Si tenemos la oportunidad de visitar, en la actualidad, la ciudad griega de Atenas, podremos ver en los frisos del Partenón, al centauro protagonizando la prolongada batalla contra los lápitas. El centauro ha sido retratado en numerosas obras de arte, en clásicos de la literatura y llevados al cine fantástico. En esta oportunidad conoceremos un poco más sobre estos seres mitológicos.
¿Qué es un centauro?
Los centauros son seres mitológicos que se caracterizan por poseer la cabeza, los brazos y el torso de un ser humano, en el cuerpo de un caballo. El centauro habitaba los bosques, en grupos, donde había guerreros, mujeres – conocidas como centáurides – y sacerdotes. A pesar que se los consideraba bestias salvajes, los centauros contaban con toda una organización social, similar a los humanos.
El centauro es un bravo guerrero y un gran cazador. Estas cualidades en la lucha se potencian por poseer un espíritu salvaje, carecen de cualquier sentido de la hospitalidad y son víctimas de las pasiones animales – según los filósofos griegos -, de igual manera son amantes del vino, lo que los vuelve aún más irascibles y violentos.
Existe más de un relato mitológico acerca del origen del centauro. Según uno de esos relatos, en las épicas batallas libadas entre titanes y dioses, Chirón, uno de los titanes, fue vencido por los dioses del Olimpo y el precio de su derrota fue un castigo por parte del dios Apolo, quien lo convirtió en mitad hombre y mitad caballo. Otro relato ubica la aparición del centauro como descendiente de Ixión, el primer ser humano que mató a un familiar y, que como castigo concibió al primer centauro.
Relatos mitológicos sobre los centauros
Durante muchos años, los centauros mantuvieron una guerra con los habitantes de la ciudad de Lapithae. Este enfrentamiento comenzó cuando en ocasión de la boda del rey Pirithous, los centauros realizaron una incursión con el intento de raptar a la novia y a otras mujeres, para satisfacer sus propias pasiones. El enfrentamiento se prolongó por mucho tiempo y casi terminó con la población de centauros. En estas batallas se destacaron dos personajes muy conocidos de la mitología griega, Néstor y Teseo. Fue el propio Néstor, el encargado de difundir numerosos relatos sobre los centauros.
A pesar de su carácter violento, desagradable y poco amistoso, había, entre los centauros, dos que se destacaban por su carácter afable y buena disposición hacia los humanos, estos eran Folo y Quirón. En cierta ocasión, Folo invitó a Hércules a visitar la tierra donde habitaban. Cuando Folo y Hércules se encontraban cazando jabalíes, Hércules se quejó que nadie le había servido vino, siendo que había un ánfora repleta de este líquido. El centauro le dijo a Hércules que esto era así, debido a que el dios Dionisio había dispuesto que primero debían beber todos los centauros, esto enfureció a Hércules que se trabó en lucha con los centauros y con sus flechas envenenadas, acabó con la vida de varios centauros, incluido Folo, e hirió de gravedad a Quirón.
La muerte del centauro Folo y de sus amigos provocó que otro centauro, Neso, preparara una cuidadosa venganza sobre Hércules. Una vez, Hércules y su esposa, Deyanira fueron invitados a la boda del hermano de esta última. En la travesía, debieron cruzar un caudaloso río y el centauro Neso se ofreció a llevar a Deyanira, mientras Hércules cruzaba a nado. En el camino, se enamoró de la joven e intentó raptarla, pero Hércules tomó su arco y con una flecha envenenada hirió de muerte a Neso, quien antes de morir le dijo a Deyanira que juntara su sangre y que, si en algún momento ella sentía que Hércules perdía el interés en ella, vertiera un poco de esa sangre en la ropa de Hércules y eso impediría que le fuera infiel. Luego de eso, el centauro murió. Pasaron muchos años y Deyanira, presa de los celos, se dispuso a usar la sangre de Neso, pero lejos de ser un antídoto contra la infidelidad, la sangre comenzó a quemar el cuerpo de Hércules, hasta provocarle la muerte, así se consumó la venganza de los centauros contra otro mitológico personaje.
El personaje en las investigaciones
Se han escrito numerosas teorías sobre el origen de los centauros en la mitología, a partir de los estudios arqueológicos realizados. Una de las más aceptadas habla de la construcción fantasiosa que pueden haber hecho las civilizaciones egeo minoicas al ver hombres a caballo – en este caso los pueblos nómadas de la región – ya que ellos no conocían la equitación.
Otras teorías ubican al centauro como producto de civilizaciones prehelénicas que tenían al caballo como tótem y de allí, el nacimiento de estos personajes mitológicos.
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