Mitos y Leyendas

 El Hipogrifo es una criatura mitológica, el cual nace del apareamiento de un Grifo y una yegua. Su fisonomía se asemeja a la de un águila con cuerpo de caballo, donde su cabeza, pecho, alas y garras delanteras son similares a las de un águila, características heredadas de su padre, el Grifo, y el resto de su cuerpo como el de un caballo, apariencia recibida de su madre. Esta criatura ficticia, fantástica y legendaria ha sido una de las figuras favoritas para ser plasmada en diferentes fábulas y poemas medievales hasta pintorescas representaciones artísticas en diversos cuadros y esculturas.

Origen del hipogrifo

Entre los afines y especialistas actuales no se ha podido llegar a una unanimidad en cuanto a los orígenes del Hipogrifo. Es más, no existen indicios de su mención en algún mito o leyenda antes de que se mencionase en “Orlando furioso”, mención que si la tiene el Grifo. Por tal motivo, aunque su origen fue evocado por Virgilio, finalmente fue nombrado y definido por Ariosto, al cual se le considera su creador.

Simbología

Esta figura es famosa desde hace muchos siglos. Simboliza la imposibilidad, puesto que los Grifos eran representados como criaturas que odiaban a los caballos, cazándolos y matándolos de forma muy habitual. Virgilio, buscando dar significado a una incongruencia, fue el primero que mencionó acerca de este ser mitológico, el Hipogrifo, puesto que él disertó acerca de cruzar caballos con Grifos, donde la presa formaría parte del depredador. Servio confirmó que el Grifo era un ser cuya apariencia  era cuerpo arriba águila y cuerpo abajo león, y para dar un mayor peso a la incongruencia expuesta por Virgilio dijo que, los Grifos no solo cazaban a los caballos sino que los detestaban.

Luego de unos siglos, Ludovico Ariosto retomó la idea del Hipogrifo. Se resaltó el hecho de que el águila y el león coexisten en el Grifo, y que el caballo y el Grifo conviven en el Hipogrifo. También se recalcó, por parte de Jorge Luis Borges, el hecho de que el Grifo ya era una criatura híbrida, por lo que el Hipogrifo se vuelve en un monstruo de segundo grado. Sobre esto, Pietro Micheli advierte que esta criatura es mucho más armoniosa, equilibrada y ágil que un caballo alado, denotando sobre ella su fidelidad y honorabilidad.

El Hipogrifo, tal y como es, representa una serie de incongruencias, por citar la principal: nacido del cruce de un Grifo y una yegua que, habitualmente, era solo objeto de presa y odio; una mezcla de animal doméstico y animal salvaje, caballo y águila-león respectivamente; una mezcla de medios, terrestre y voladora, caballo-león y águila respectivamente.

Creencias sobre la real existencia

Es ciertísimo que muchas civilizaciones, tribus y pueblos antiquísimos creían en la existencia de muchos seres, como los dragones, el unicornio o las hadas, los cuales eran objeto de sus creencias. Pero, en cuanto al Hipogrifo, no se han hallado estudios que ofrezcan indicios de haber sido objeto de creencia, sobre su real existencia, de alguna civilización, tribu o pueblo. En cambio, su posibilidad de real existencia, fue atacada fuertemente en un estudio científico basado en la religión, en el que se exponía lo inverosímil de la existencia de una criatura como tal, puesto que no pudo ser creación de Dios, y aun resaltándose el hecho de que, una criatura formada por la unión de varios animales, no podría echarse al vuelo por su peso, ya que sus alas se volverían tan pesadas como para ponerlas en movimiento.

Características del Hipogrifo

El Hipogrifo es considerado como una montura extraordinaria y de las más veloces con un cuerpo finamente diseñado, tan armonioso como el Pegaso. Según el mito era capaz de volar mucho más alto y veloz que cualquier otra ave en los cielos, por lo que era usado con este mismo objetivo por una gran variedad de razas.

Éste, llamado híbrido en segundo grado, pudo haber sido considerado una criatura inferior al Grifo, debido a la parte equina que lo formaba, en relación a su fuerza, pero no en cuanto a su velocidad. Y es que este ser mitológico fue catalogado, en el poema épico “Orlando furioso”, tan veloz como el rayo, poseedor de una gran intrepidez y elegancia.

Poseedor de muchas cualidades como su fuerza, intrepidez, maestría, elegancia, extrañeza, con distinguidas y espléndidas cabalgaduras.

Los primeros ejemplares de esta criatura nacieron del apareamiento entre un Grifo y una yegua.

El Hipogrifo y el arte

Existen un sinnúmero de representaciones artísticas del Hipogrifo, escenificando la liberación de Angélica por Roger, aunque la más famosa y reconocida es un cuadro hecho por el pintor francés Dominique Ingres.

El Hipogrifo también ha sido objeto de representaciones de figuras heráldicas, comúnmente para soportar escudos, las cuales han sido más frecuentes en Inglaterra. Así como el ser parte de obras de escultura.