El mito de la Caja de Pandora
“Ten cuidado, puede que tus actos terminen abriendo la Caja de Pandora” Con esta referencia, en la actualidad, las personas tratan de advertir que ciertos actos que podamos llevar adelante pueden acarrearnos consecuencias impensadas y negativas. Así es como el mito de la Caja de Pandora ha perdurado desde los antiguos griegos hasta nuestros tiempos.
El origen del mito de la Caja de Pandora
Para entender este clásico de la mitología griega, debemos remontarnos a los tiempos en que Zeus, Dios del Olimpo, junto a otros dioses había derrotado a los titanes, convirtiéndose, los dioses, en los responsables de los destinos del cielo y de la tierra.
Cuenta la mitología griega que Prometeo, que había sido un titán pero que se había avenido al triunfo de los dioses, se enfrentaba de manera constante con Zeus, Prometeo era astuto y siempre encolerizaba al padre de todos los dioses. Por esos tiempos, Prometo era considerado el padre y protector de la humanidad y les había revelado a los humanos el secreto del fuego, esto hizo que Zeus aumentara su odio hacia Prometeo y como castigo privó a los humanos del fuego.
Resuelto a reparar esto, Prometeo robó nuevamente el fuego a Zeus y se los devolvió a los humanos. Ante tamaña afrenta, Zeus se dispuso a tomar venganza contra Prometeo y sabía que lo lograría castigando a los humanos. Así es que el dios del Olimpo decidió enviar a la tierra a Pandora provista de una caja – según los viejos relatos se trataría de un ánfora y no precisamente de una caja.
Pandora y su caja
Para poder perpetrar su venganza contra Prometeo, Zeus le ordenó a Hefestos, dios del fuego y famoso por sus habilidades, que construyera la estatua de una bella doncella. Fue Atenea quien la vistió con hermosos ropajes blancos. Por su parte, Hermes, el mensajero de los dioses le dio el habla y, finalmente Afrodita la dotaría del encanto amoroso.
Zeus le dio a Pandora una caja cuyo contenido, la doncella desconocía. Y así Zeus la envió con los mortales. Pandora se dirigió hasta la casa de Epimeteo, hermano de Prometeo. El joven e ingenuo hermano quedó perdidamente enamorado de Pandora y ésta le ofreció su caja como un regalo, que, Epimeteo aceptó gustoso, a pesar que Prometeo le había advertido de uno aceptar nunca un regalo proveniente del Olimpo.
Ni Pandora ni Epimeteo pudieron resistir la tentación de conocer el contenido de la caja de Pandora y la abrieron y fue allí que innumerables males se esparcieron por la tierra: el dolor, la vejez, la maldad, el sufrimiento, la tristeza y las enfermedades, todos males que los mortales hasta ese momento desconocían. Aterrada, Pandora cerró la tapa de la caja y sólo la esperanza quedó atrapada en el fondo de la caja.
Desde ese momento, Pandora se dedica a consolar a los mortales, aquejados por tantos males, asegurándoles que ella había logrado contener y retener a la esperanza, y que ésta sería la última en perderse.
¿Por qué perdura el mito de la Caja de Pandora?
Desde la antigüedad, las distintas creencias han intentado a través de los mitos y las leyendas explicar todo aquello que aparecía como incomprensible para el conocimiento humano. Se hacía necesario transformar en comprensibles aquellos acontecimientos que mostraban situaciones de dolor, enfermedades y otros males que sufrían las criaturas que habían sido objeto de la creación de los dioses. ¿Cómo era posible que los dioses, dotados de perfección, crearan cosas que actuaban tan imperfectamente? Los encargados de responder a preguntas como estas, encontraron en los mitos y en las leyendas la forma de hacerlo de manera comprensible.
El mito de la Caja de Pandora intenta reflejar cómo la excesiva curiosidad, que dominó a Pandora y a Epimeteo, trajo consecuencias trágicas para la humanidad. Pero al mismo tiempo, era necesario transmitir la posibilidad de derrotar la adversidad, es por eso que el mito deja intacta a la esperanza, para que los hombres puedan asirse a ella, ante una vida que no les fue, desde que la caja fue abierta, para nada favorable. Hasta el día de hoy persiste entre nosotros el refrán que dice que “la esperanza es lo último que se pierde” y hace referencia al mito que estamos comentando en esta oportunidad.
“Oh! Sabios del mañana, futuros poetas, futuros filósofos, futuros escritores, futuros intelectuales, no seamos como Epimeteo que se dejó engañar ante los encantos de una musa joven y encantadora. ¡No sucumbáis ante tales encantos, Cuidado!” Con estas palabras el célebre poeta alemán, Goethe hace su referencia al mito de la Caja de Pandora y nos da una idea del alcance que llegan a tener los relatos populares que hacen referencia a las conductas humanas.
El peligro de las decisiones que tomamos y la esperanza como último recurso de la humanidad para redimirse. Todos ellos retratados en el mito de la Caja de Pandora.
Add your comment